lunes, 24 de agosto de 2009

Una mirada crítica frente a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.


Las nuevas tecnologías de la información y la comu­nicación (NTIC) han llegado para instalarse en nuestro país. Chile es uno de los países más vanguardistas en Latinoamérica y por eso mismo no se puede quedar atrás frente a esta nueva era digital que está moviendo a todos los países del mundo.


Las estadísticas demuestran que el crecimiento de las NTIC entre los chilenos ha aumentado ya que tenemos más hogares con teléfonos fijos, millones de personas con celular; se compran 27 veces más computadores y el acceso a internet se incremento a casi 4,8 millones a fines de 2004.


Estamos frente a una situación que debe mirarse con dos perspectivas. La primera, es como enfrentar de manera responsable y autocontrolada el uso de las NTIC en beneficio propio, la cual se trata de ocuparlas como herramientas en el desarrollos personal y colectivo, ya que las NTIC rompen las barreras geográficas permitiendo comunicarte con personas que están al otro lado del mundo, mantenerte informado sobre actualidad de otros países; el mail te facilita la rapidez del mensaje e intranet te permite mantener a los empleados conectados con la empresa, incluso fuera del horario laboral.


Lo importante de esto es ser responsable con los contenidos que se visitan y se suben en Internet; no dejar que la familia pase a un segundo plano por estar todo el día conectado y finalmente respetar la privacidad de las personas como por ejemplo, no suplantar la identidad de otras personas.


La segunda perspectiva es evitar que hayan desigualdades entre las personas respecto a cómo viven y enfrentan las NTIC. Tenemos colegios sin acceso a éstas, otros que si las tienen pero no con profesores tan capacitados para evaluar los contenidos y usos que se les da y por otro lado tenemos a los colegios que cumplen con todo.


Chile debe enfrentar esta apertura con una mirada de cambio y responsabilidad, preocupándose de darles oportunidades a todos para que realmente podamos ir creciendo como país.

sábado, 22 de agosto de 2009

Martín

Mi hijo de ocho meses...


















Mi hijo de nueve meses.















Mi hijo de diez meses...